Existen diferentes mecanismos para vender una vivienda en España. Sin embargo, podemos englobarlos en tres categorías principales: venta entre particulares, a través de una inmobiliaria o mediante una empresa online. Por eso, a continuación veremos que tener en cuenta al vender una vivienda.
Venta entre particulares.
Existen algunas dificultades para realizar la venta entre particulares, entre las que destacan la tasación del inmueble y la gestión de la documentación necesaria. Sin embargo, lo cierto es que en este tipo de transacciones el propietario tiene un control más pleno del proceso implicado.
Aunque la venta de la vivienda se realice entre particulares, es posible beneficiarse de los servicios de las inmobiliarias. Por ejemplo, podrías acudir a diferentes inmobiliarias para pedir que valoren el inmueble. También es recomendable que utilices las herramientas online destinadas a facilitar la tasación de las viviendas. Al mismo tiempo, puedes comparar los resultados con los precios promedio de la zona donde se ubica la construcción. De esta forma, podrás definir fácilmente cuál es el coste más adecuado.
El segundo paso es obtener la documentación necesaria. En este caso, debes recordar que algunos documentos son obligatorios, como el certificado del ITE y la cédula de habitabilidad. Adicionalmente será necesario el certificado de no adeudos con la comunidad, en caso que la propiedad forme parte de una comunidad de vecinos. Lo más recomendable es contar con la asesoría de especialistas en materia inmobiliaria para saber con exactitud qué documentos deben tramitarse.
Posteriormente, será necesario anunciar la casa a través de diferentes medios especializados. Pueden utilizarse sitios web de inmobiliarias o páginas en las redes sociales dedicadas al sector. También es recomendable poner letreros físicos en las inmediaciones del inmueble, especialmente para atraer compradores locales.
Cómo gestionar la venta de la vivienda.
Una vez hecho todo lo anterior se espera que llamen posibles compradores que estén interesados en el inmueble. En ese caso, será necesario gestionar las visitas a la vivienda con la finalidad de intentar concretar la venta. Lo mejor en estos casos es responder inmediatamente a las solicitudes y, en lo sumo posible, adaptarse a la circunstancias de las personas intereses.
Llegado el momento, será necesario negociar el precio de la vivienda, así como la forma en que se gestionará la venta. En este punto es importante recordar que muchos clientes intentarán negociar el precio inicial en base a las condiciones físicas del inmueble. Por eso, es recomendable que pienses de antemano cuál es la cantidad económica más baja que aceptarías por la vivienda. Antes de decidirlo deberás tener en cuenta otros factores importantes, cómo los gastos de gestión que tendrás que pagar así como los impuestos implicados.
Ahora, después de acordar todos los detalles implicados, será necesario firmar el contrato de compraventa. Lo mejor es que se realice ante notario. Y, en el mismo orden de ideas, lo recomendable es que la redacción de este documento se haga bajo la asesoría de expertos en derecho inmobiliario. De esta forma, se evitan problemas futuros.
Por último, si usas los servicios de inmobiliarias evitarás que realizar todo este trabajo, pues ellos se encargan de toda la gestión.
