Al solicitar una hipoteca es común que nos centremos en los aspectos positivos, como en la adquisición de una vivienda. Sin embargo, es necesario considerar otros factores con la finalidad de que se lleve a buen término. Por eso, a continuación veremos que tener en cuenta al contratar una hipoteca. Así podrás disfrutar de los beneficios de este recurso financiero, sin que se vea afectada tu salud económica.
Consideraciones preliminares
En primer lugar, es importante definir la capacidad de negociación del cliente. Por supuesto, la entidad financiera estará más dispuesta a negociar los términos del contrato si le resulta atrayente el historial crediticio del solicitante. Esto es lógico si pensamos en las razones por las que un banco estaría interesado en realizar un préstamo. Evidentemente, preferirá recuperar su dinero en el menor tiempo posible y con el mínimo de complicaciones. Con esa idea en mente, las personas que han demostrado solvencia en el pago de sus deudas podrán negociar con mayor facilidad las condiciones de pago.
Una vez definido esto, será necesario elegir el tipo de interés que aplicará a la hipoteca. Existen tres diferentes modalidades permitidas por la legislación vigente. La primera es el tipo de interés fijo que, como su nombre lo indica, el interés será el mismo durante todo el tiempo que dure el préstamo. Este modelo representa el menos riesgoso puesto que hay certeza constante sobre la cantidad que deberá reintegrarse.
La segunda opción es la tasa de tipo variable que se caracteriza por un modelo fluctuante de acuerdo al tipo de cambio. Para contratar esta opción se requieren conocimientos profundos de economía y finanzas. Por eso, es especialmente recomendable para las personas que tienen conocimientos especializados de la bolsa. La característica más atrayente de este modelo de intereses es que puede obtenerse una tasa baja con el paso del tiempo. Sin embargo, también se considera un sistema riesgoso, poco recomendable para la mayoría de las personas.
Por último, existe el modelo mixto que combina ambos sistemas. Durante un tiempo previamente acordado los pagos son fijos, sin ninguna variación. Posteriormente, se utiliza el tipo variable, con las complicaciones expuestas en el párrafo anterior.
Revisa detenidamente las cláusulas del contrato
Muchos despachos de abogados hablan de la cláusula suelo como si fuera una disposición completamente ilegal. Sin embargo, si se presenta con total transparencia no es una cláusula que en automático se pueda nulificar. Además, aunque posteriormente pudiera iniciarse el juicio y obtener una sentencia favorable, la realidad es que este proceso representa una pérdida considerable de tiempo y dinero. Por lo tanto, lo mejor es revisar detenidamente el contrato para evitar que se incluyan cláusulas abusivas respaldadas en el ámbito legal. En este sentido, cabe destacar que el cliente tiene derecho a leer la escritura de la hipoteca durante los tres días previos a la firma del contrato.
Lo más recomendable es dedicar tiempo suficiente a revisar todos los detalles y negociarlo con el banco antes de aceptar el contrato. Esto evitará sorpresas desagradables.