Pocas cosas son tan trascendentales en la vida como la adquisición de una casa. Una buena elección puede contribuir positivamente al bienestar de la familia, mientras que una decisión incorrecta puede acarrear problemas muy serios. Por eso, lo más recomendable es analizar detenidamente qué tener en cuenta al comprar una casa.
Qué considerar antes de adquirir un inmueble.
Antes de siquiera empezar a buscar una casa es necesario determinar el tipo de inmueble que deseas comprar. Básicamente, tienes dos opciones. O te decides por adquirir una casa de obra nueva o una de segunda mano. Por supuesto, cada una tiene aspectos positivos y negativos, pero es bien sabido que el precio es un factor determinante en este tema. De hecho, actualmente la brecha se ha hecho más grande, pues durante la pandemia originada por la Covid-19 ha disminuido considerablemente la construcción de nuevas viviendas. Esto ha originado una disminución de la oferta, pero no así de la demanda. Como consecuencia, el precio de las construcciones de obra nueva es significativamente más alto que en años anteriores.
Una vez definido si comprarás una casa de obra nueva o no, tendrás que determinar claramente la ubicación en donde prefieres vivir. Si sencillamente lo dejas al azar terminarás adquiriendo un inmueble en un lugar que no sea el mejor, de acuerdo a tus gustos y necesidades. Quizá sea una casa con ciertas comodidades, pero retirada de tu lugar de empleo. O tal vez termines viviendo en lugar con alto índice delictivo o con otros problemas sociales con los que preferirías no lidiar cada día.
Cabe destacar que las viviendas de segunda mano tienen algunas ventajas sobre las construcciones de obra nueva. En primer lugar, es más probable que se ubiquen en zonas céntricas, principalmente porque fueron construidas cuando aún había terrenos disponibles en la zona. Como resultado, habitualmente tienen acceso a mejores servicios, incluido el alumbrado público, transporte y sistema de alcantarillado. Normalmente es menos probable que las casas recién construidas tengan todos estos servicios, especialmente si se ubica en una zona lejana a la mancha urbana.
Forma de pago.
A este respecto, normalmente la forma de pago para una vivienda es a través de un préstamo hipotecario. Sin embargo, aún así hay factores que deben determinarse al respecto. Por ejemplo, es necesario definir el tipo de hipoteca, es decir, si será de tasa fija o variable. Este es un aspecto que no debe tomarse a la ligera, pues de esta decisión dependerán otras condiciones del contrato del préstamo hipotecario. En el caso del tipo fijo, no habrá muchas variaciones respecto al pago que se realizará, pues no existen muchos ajustes que deban realizarse. Esto puede ser en sí mismo tanto beneficio como un desventaja, pues no puede aumentar el pago de forma sorpresiva, pero tampoco hay amortizaciones con el paso del tiempo.
En cualquier caso, siempre es recomendable elegir las mejores opciones con la asesoría de expertos en derecho inmobiliario. Por eso, antes de decidir qué vivienda quieres, asegúrate de contactar un abogado especialista.